Consiste en acompañar (más bien conducir) a la manada de toros y cabestros que a las ocho de la mañana (debido a los cambios de hora, antes se celebraban a las seis y hasta los años setenta a las siete) desde los corrales de Santo Domingo, donde han pasado la noche, hasta la plaza de toros. Es un acto sumamente peligroso que cuenta con la participación, especialmente los fines de semana, de miles de personas de todo el mundo.
El primer encierro de las fiestas es el del día 7 de julio y el último el del día
Orígenes
Los encierros de San Fermín tienen un origen medieval en la "entrada": los pastores navarros traían a los toros de lidia desde las dehesas de La Ribera de Navarra hasta la plaza mayor, que servía de coso taurino al no existir una plaza de toros. La noche anterior a la corrida la pasaban acampados cerca de la ciudad, y al amanecer, entraban a la carrera arropados por los toros mansos (cabestros) y acompañados de gente que, a caballo o a pie, ayudaba con palos y gritos a encerrarlos en los corrales. En 1717 y 1731 se producen bandos que prohíben correr el encierro. En 1776 se construye el primer vallado hasta la plaza de toros que estaba en la actual plaza del Castillo. Con el tiempo, a finales del siglo XIX, se pasó de correr detrás de ellos para ayudar a encerrarlos, a correr delante; así se convirtió en una costumbre popular. Ya en 1856 pasa a denominarase encierro (antes era entrada) y se corren por primera vez por la calle Estafeta. Dicen las crónicas que los primeros en desafiar las prohibiciones que impedían correr delante de los astados fueron los carniceros del Mercado de Santo Domingo, situado junto a la cuesta del mismo nombre. En 1867 el consistorio dicta un bando para reglamentar la carrera, y se documenta el primer "montón" en 1878.
Los cánticos
Antes de correr el encierro, los participantes piden ayuda a san Fermín mediante unos cánticos que se entonan en la cuesta de Santo Domingo (al inicio del recorrido) 5, 3 y 1 minuto antes del encierro; es decir, a las 07:55, 07:57 y 07:59. Desde el año 2009 los cánticos se interpretan tanto en castellano como en euskara."A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición. Entzun, arren, San Fermin zu zaitugu patroi, zuzendu gure oinak entzierro hontan otoi. Viva San Fermín! Viva! Gora San Fermin! Gora!".
La versión en castellano de este cántico dedicado al santo era y es parte del himno de una de las peñas de mozos mas antiguas de la ciudad, la única ( fundada en 1903). la estrofa en cuestión fue añadida por un miembro de los Iruñako a la composición del maestro Turrillas para esta peña.
Recorrido
El recorrido se realiza a lo largo de las calles de la parte vieja de Pamplona. Da comienzo en los corralillos de la cuesta de Santo Domingo, subiendo hasta la Plaza Consistorial (Plaza del Ayuntamiento) y girando por la calle Mercaderes, para acceder a la calle Estafeta que conduce finalmente por el tramo de Telefónica hasta el callejón que entra a la Plaza de Toros. El itinerario original terminaba en la Plaza del Castillo, y ha variado a lo largo de la historia, siendo en 1856 la primera vez que discurrió por la calle Estafeta. La esquina entre Mercaderes y Estafeta es un lugar muy solicitado por los fotógrafos, y es en esta última calle donde se puede ver el tramo recto más largo de los encierros.La manada traza el recorrido completo en unos cuatro minutos de media, a unos 25 km/h. La manada está compuesta por seis toros y ocho cabestros, seguidos de unos mozos que hacen de pastores en caso de que los toros o los cabestros se queden rezagados. Los pastores van identificados con un brazalete, actualmente de color verde, y recientemente han adoptado una indumentaria de ese mismo color para diferenciarse claramente del resto de participantes en la carrera. La ganadería de los toros cambia cada día, participando por tanto 8 ganaderías a lo largo de los sanfermines.
Durante el encierro
El encierro se puede observar en los vallados de madera que se instalan a lo largo de las calles (aunque habrá que situarse en los lugares adecuados cerca de dos horas antes del comienzo), desde algún balcón privado a precios bastante caros, o bien en la propia plaza de toros, donde habrá que pagar un módico precio los días festivos y fines de semana, siendo el resto de días gratuita la entrada.Hay ciertas normas de seguridad para correr el encierro que todos los mozos deberían conocer. Estas incluyen no levantarse inmediatamente en caso de caída y cubrirse la cabeza con los brazos en posición fetal, bajo riesgo de cornada grave por parte de los toros. También es importante tomar por el interior la curva de Mercaderes con Estafeta, ya que si los toros vienen muy rápidos o está el suelo resbaladizo, suelen golpear con toda su masa contra el vallado protector del exterior de la curva. Está igualmente prohibido correr el encierro con mochilas o cámara de fotos o vídeo.
Desde los registros oficiales, en 1924, se contabiliza la muerte de 15 personas. La última víctima mortal ha sido un joven de 27 años de Alcalá de Henares que fue empitonado en el cuello por el toro "Capuchino", de la ganadería de Jandilla, en el tramo de Telefónica en el cuarto encierro de los sanfermines de 2009 (10 de julio de 2009).
Cuando todos los toros se encuentran ya en los corrales de la plaza, los corredores esperan en el ruedo a que se suelten reses bravas. Es habitual que la gente se coloque sentada frente a la puerta de salida, para que la vaquilla pase por encima. Muchas personas son arrolladas por la vaquilla, en parte debido a que con tanta gente participando de la actividad es difícil saber en que dirección se mueve el animal. Es de suma importancia resaltar que, a diferencia de lo que ocurre en buena parte de cosos en que se celebra suelta de vaquillas, en Pamplona está prohibido terminantemente maltratar a los animales, propinar patadas, subirse encima, cogerlas del rabo o similar. El trasgresor de esta norma suele ser reprendido de forma contundente por la multitud y además se arriesga a una fuerte multa
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